La historia de Botó de Cotó
1994, el año en que empezó todo
Nuestra primera colección recibe este nombre en homenaje a Pepa y Chelo, que en 1994 realizaron juntas una colección de mochilas en un coqueto taller que nuestra abuela había acondicionado en su día en el que fuera el antiguo pajar de casa. Un pequeño espacio con una ventana luminosa al cual se accedía por unas escalera infinitas.
Para ello, reciclaban sacos de fruta, los cuales lavaban e incluso teñían y los combinaban con telas de muestrario de tapicería. Todo un ejercicio de reutilización y creatividad. A diferencia de los modelos actuales aquellas mochilas eran mucho mas grandes e incorporaban botones de cerámica hechos a mano para cerrar los bolsillos exteriores. Era artesanía en estado puro.

Durante varios años estas mochilas convivieron con nosotros, las solía usar nuestra madre e incluso alguna amiga de ella. Poco a poco quedaron olvidadas en cajones y baúles. Los patrones se perdieron y también llegó el tiempo en que nos gustaba más un capazo de palma que otra cosa. Simplemente quedaron en el recuerdo.

En 2016 nació BOTÓ DE COTÓ, los primeros bocetos de la actual marca estaban centrados en reinterpretar tejidos, patrones y telas tradicionales. Nos encantaba la idea de reencontrarnos a nosotros mismos, con nuestras raíces. Y en esa búsqueda de inspiración y reflexión, y gracias a las interminables conversaciones sobre las cosas que hacíamos de pequeños, nuestra madre recordó aquellos días de primavera del año 94. Rebuscando en cajones encontramos una mochila guardada por piezas la cual nunca se llegó a coser y gracias a eso pudimos reproducir los patrones actuales.
El modelo disponible hoy en día es una reinterpretación del patrón del primer modelo. La mochila 1994 actual es más pequeña porque hemos querido adaptarla a los estándares de hoy en día. Por razones obvias prescindimos de los botones de cerámica pero incorporamos un botón metálico. Ese botón es el recuerdo de aquellos días. Es nuestra esencia y nuestras raíces.
